¿Cómo se puede prevenir y aliviar la radiodermitis tras la radioterapia?

La radiodermitis es un efecto secundario frecuente de la radioterapia en pacientes con cáncer. Es similar a una quemadura cutánea, como una quemadura solar, y corresponde a una reacción inflamatoria de la piel. Su aparición depende de la técnica de irradiación utilizada, de la dosis de radiación recibida y de la zona tratada. El pico de la reacción cutánea puede producirse entre 7 y 10 días después de finalizar las sesiones de radioterapia, y puede durar varios meses. Los tratamientos específicos para la piel sensible e irritada pueden ayudar a prevenir la radiodermatitis, limitar su gravedad y aliviarla cuando aparece.
Simples gestos cotidianos
Adoptar una higiene suave
¿Por qué?
Durante el tratamiento de radioterapia, los rayos debilitan la piel. Una higiene suave y adecuada es esencial para no agravar los efectos secundarios de la radioterapia.
¿Cómo?
Prefiera las duchas tibias (32-34°C) a los baños calientes para evitar resecar la piel.
- Limite el uso de jabones, que resecan e irritan. En su lugar, utilice geles dermatológicos sin jabón ni perfume, aceites o lociones con pH fisiológico.
- Seque la piel dando golpecitos con una toalla suave, sobre todo en las zonas sensibles, para evitar irritaciones posteriores.
Hidratar la piel antes, durante y después del tratamiento
¿Por qué?
Una piel bien hidratada es más resistente a los efectos indeseables de los rayos.
¿Cómo?
Aplique diariamente una crema hidratante en la zona tratada. Elige productos sin perfume ni conservantes diseñados para pieles sensibles y frágiles.
Importante: el día de la sesión de radioterapia, la crema debe aplicarse después de la sesión, no antes (la piel debe estar limpia y seca en el momento de la irradiación).
La aplicación de una compresa empapada en agua termal calmante puede completar la hidratación diaria de la piel.
Repara la piel irritada
¿Por qué?
Cuando aparece la radiodermitis (enrojecimiento, sensación de quemazón, picor, dolor), la aplicación de un producto de cuidado reparador ayuda a calmar y purificar la piel.
¿Cómo?
Si la lesión está seca, aplique una crema protectora reparadora en la zona irritada varias veces al día.
Si la lesión es exudativa (lo que es habitual en los pliegues), lo mejor es aplicar un spray reparador. Debe aplicarse dos veces al día.
Proteger la piel del sol
¿Por qué?
Durante la radioterapia y en los meses posteriores, es esencial proteger la zona de piel irradiada del sol y de los rayos UV, puesto que la piel ya está debilitada por los rayos.
¿Cómo?
Lleve ropa protectora. Cuando no pueda evitar la exposición, aplíquese una crema solar con un factor de fotoprotección elevado (SPF50+) adecuada para pieles sensibles. No olvide volver a aplicársela con regularidad.
También es aconsejable evitar fuentes de calor como saunas y baños de vapor, así como fuentes de fricción (ropa ajustada, sujetadores con aros, etc.) o irritación (desodorantes, perfumes, depilación, etc.) en la zona del cuerpo tratada.
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